lunes, enero 29, 2018

Aumentó la salida de dólares por turismo y gasto con tarjetas en el exterior

(Del lun 22/1).

El déficit de la cuenta de divisas por “Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta” creció un 25% y superó por primera vez los US$ 10 mil millones de rojo. El ingreso de dólares por el receptivo aumentó tanto como la salida (+25%), pero apenas sumó US$ 2.000 millones.


“2017 fue un año de records turísticos. Lo hicimos posible juntos”, fue el saludo de fin de año que acompañó las tarjetas de salutaciones del Ministerio de Turismo de la Nación. Seguramente la frase aludía al 7,2% de incremento de los arribos por vía extranjera o el 4,6% más de pernoctaciones respecto al pálido 2016, pero que alcanzó para equiparar e incluso subir levemente algunos números históricos del receptivo.

Pero el récord más récord de todos (también el que más incomoda a funcionarios y  empresarios) es el déficit neto de la cuenta de divisas por “Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta” acumulado en todo 2017: US$ 10.662 millones. Esto representa un incremento de un 25% en el rojo achacado a Turismo respecto a 2016.

No sólo es la primera vez en la historia de la medición del Banco Central (hace 15 años que se realiza) en la que el desbalance entre ingreso y salida de dólares tiene tal magnitud –ver gráfico-, sino que también estrenó las once cifras por este concepto: nunca había cruzado la barrera de los US$ 10 mil millones.

LOS NUMEROS DEL CENTRAL.
Según el BCRA, los viajes al exterior y los gastos con tarjeta demandaron la friolera de US$ 12.664 millones en 2017. O sea, US$ 2.500 millones más que el pasado y US$ 3.300 millones más que en 2015. Pero más increíble aun es el dato de que por ese concepto se fueron US$ 9.300 millones más en todo 2011, que fue el último año en que la balanza de divisas fue positiva.
De esta manera, no sorprende ni un poco que el déficit entre ingresos y egresos de dólares por Turismo se haya ensanchado un 25% en 2017.
Lo cual no quita que también haya crecido el ingreso de divisas por el receptivo, de hecho, aumentó tanto como la salida: un 25%.

EL PLOMERO DEL TITANIC.
El problema es que en términos absolutos la brecha es tan abismal (ver gráfico), que el déficit de la cuenta no para de crecer y batir todos los records.
En 2017 el Central contabilizó el ingreso de apenas US$ 2.000 millones por “Viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta” de extranjeros en el país. Es la mejor cifra desde 2012, pero hay que tener en cuenta que en ese período -coincidente con el cepo cambiario- la mayoría de los no residentes evitaban la liquidación de divisas por los circuitos oficiales.  Con lo cual, si se comparan los ingresos por turismo con los de las mejores épocas (2010 o 2011) resulta que no llega al 60% respecto a, por ejemplo, los US$ 3.700 millones de 2010.

EL ESTIGMA SECTORIAL.
“Esta variación (el déficit) guarda relación con la salida neta de turistas observada en la Encuesta de Turismo Internacional del Ministerio de Turismo”, señala el informe del Central, que flaco favor le hace al estigma que carga el sector de ser el responsable de la salida de divisas del país.

Es que los datos de la autoridad monetaria vienen de la mano de una inmediata batería de notas en medios masivos señalando con el dedo al turismo como factor desequilibrante de las cuentas.

En 2012 se contraponían la vacuidad de los viajes de compras a Miami con la necesidad de contar con billetes verdes para poner en marcha la industria automotriz local. Hoy la infeliz comparación está entre lo que se consume en el exterior versus lo que se compra en el país. “Un récord sin freno: los argentinos ya gastan el triple en viajes y compras en el exterior que en los shoppings del país”, titulaba un medio la semana pasada.

Pero la verdadera novedad está en ligar semejante déficit a la vorágine de endeudamiento público. Incluso, algunos dicen que el Gobierno permite semejante déficit porque aún tiene abiertas las puertas para emitir deuda. Un informe de la consultora LCG, reproducido por los diarios económicos hace algunas semanas, graficó este círculo vicioso y afirmó que “el 85% del nuevo endeudamiento del sector público en lo que va del año financió la compra de billetes para atesoramiento y turismo”.

Por cierto, la compra de dólares para atesoramiento en todo 2017 ascendió a US$ 32.797 millones, un 66% más que en 2016. Otro dato que batió su propio récord. Otro dato en el cual las consultoras ponen la lupa sobre el turismo: “Según los expertos, los viajes de los argentinos por el exterior explican el récord de compras”, explicaba un matutino el viernes.

Por otra parte, el panorama para 2018 no prevé que afloje la presión. Los viajes al exterior en la temporada estival baten records históricos contra un movimiento interno y receptivo que crece a un ritmo menor. “Para 2018 el tipo de cambio no sufriría cambios significativos, por lo que se mantendría el atraso existente. Este fenómeno, sumado a un poder adquisitivo en dólares con un leve mejoría, probablemente contribuya a la profundización del déficit de divisas por turismo que viene experimentando Argentina durante los últimos siete años”, vaticinó la consultora Ecolatina.


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